A UN TRISTE ROBLE

Al día siguiente de escribir “Yaida” … vino el derrumbe…el pequeño aventurero se cayó de la nube. Estábamos en la playa de Las Canteras, la playa urbana de Las Palmas. Una playa preciosa con una “barra” de piedra que frena el oleaje y permite incluso la natación casi como en una piscina.
Yo llevaba casi 20 dias en la isla…20 días yendo diariamente a la playa…al mismo lugar donde iba Ana…su familia tenía casi adoptado a aquél delgaducho y tendente a enrojecer (por efecto del sol y también sin él) individuo que la mayor de las Guerrero había encontrado en Tenerife.
Bien..aquél día dije para mí…Ahora o nunca….Como ya dije era muy tímido y o bien me lanzaba al vacío y se lo decía o me callaba para siempre , daba media vuelta y volvía por donde había venido..UNA VEZ MÁS…y ya iban….
Así que …esperé hasta que fuera casi la hora de irme y …lo solté de golpe…
“Un chico como yo sería feliz si le dijeras que sí…..así que piénsatelo y mañana me respondes….”.
Me levanté todo chulo , cogí mi guitarra y dándole la espalda me marché….jejeje…me marché?...y un cuerno .Tras dar menos de cinco pasos descubrí que me había dejado el jersey en el suelo junto a ella. Me volví con más miedo que vergüenza y me agaché para recogerlo mientras intentaba otra vez hacer un chiste elegante…”Nena. con lo bien que me había salido el final de escena y despedida”, musité con una sonrisa encogida mientras evitaba mirarla a los ojos…pero … imposible…ya había vuelto a caer en el abismo de sus ojos y lo que ví fue……”Oh diablos! Me he tirado al vacío y esto no se abre!...No es un paracaídas…es una mochila! Ahhhhhhhhh”.
Cuando volví a casa de mi tía …conté el tiempo hasta que calculé que Ana ya habría llegado a su casa y bajé a la cabina de la esquina para llamarla.
“Ana”…”¿Si?”…”Que quiero que te olvides lo que acabo de decirte en la playa…quiero ser tu amigo” y ella contestó ..”Vale” y plaf…volví al suelo , regresé a casa de mi tía y compuse esta triste canción:


Roble de hojas caídas
Tras el crudo otoño
Ramas cubiertas de pena
Ramas cubiertas de lloros

Corazones grabados en tu tibia corteza
Tus viejas raíces siempre a prueba
Por el crudo viento del norte
Triste roble, triste, viejo y noble.

Viste cuanto nos amamos
Nos viste pasear a tu lado
Eras nuestro más fiel amigo
Eras consejero sabio

La alegría de la vida ya la perdimos
Ella se fue y nos dejó tan solos
Y nos hicimos viejos,..¡Tan viejos!
Triste roble, noble, triste y viejo

Solo tengo la esperanza
Que me entierren a tu orilla
Para verte día a día
Y sentir su compañía

Ya no quiero ser un hombre importante
Solo quiero llegar hasta su lado
Y recorrer con ella ambos lados del río
Y cruzarlo por el pequeño vado

nota final: La versión también es de ahora.