CORRE,RUNA

La luz azul crepitó.
El viejo giró la cabeza hacia atrás con el brazo aún alzado.
Una onda, un fogonazo añil …
Todo el cuerpo del hombre se iluminó como si de una gran bombilla humana se tratase.
El palo no descendió, fue el hombre el que ascendió unos palmos de el suelo. En su rostro un rictus de sorpresa y dolor.
Los dedos crispados apretaban el tronco mientras manchas purpúreas aparecían en sus uñas.
El poco cabello , erizado y eléctrico, lanzaba destellos iridiscentes.
Runa se encogió en el suelo mientras veía como su amo se empequeñecía como consumiéndose.
Entonces vio como del bolsillo del batín , ahora convertido en bandera fluorescente, caía “aquella piedra azul” … la que su amo había encontrado en el bosaque días atrás.
Parecía descender a cámara lenta.
Y... reaccionó sin entender apenas lo que hacía.
Saltó hacia adelante y esta vez la cuerda no detuvo su impulso.
Aferró la piedra con sus dientes y giró en el suelo sobre su lomo mientras un nuevo fogonazo intentaba alcanzarla.
El cuerpo del viejo dejó de alumbrar el patio y tras mantenerse suspendido en el aire, inmóvil, durante una fracción de segundo cayó con estrépito golpeando el pavimento.
Runa se incorporó enfrentándose a lo que comenzaba a formarse ante ella.
Al principio fue como una cascada de luz … para luego ir tomando forma.
En el centro de la luz que se proyectaba en todas direcciones , apareció una forma delicada y bella.
Esbelta como un elfo , de rasgos suaves.
Unos apéndices transparentes brotan de su espalda cual alas cristalinas.
Y unos ojos rasgados … profundos … y en ellos el abismo y el colapso.
Runa siente flaquear sus fuerzas.
La voz en su cabeza:
“¡¡Ven a mí!!”.
Una orden irrenunciable. No hay capacidad, ni voluntad de oposición. Va a colapsar.
Y … ¿Donde ha ido la luz?...¿Y la figura azulada?.
Otra voz distinta brota en su cabeza:
“¡Corre!.¡Corre!.¡Huye!”.
Y Runa reacciona. A su izquierda vislumbra luces y bultos en movimiento...indicios de lucha.
Runa gira sobre sus patas.
Enfila el camino y corre … corre ...va a correr con la determinación de no parar jamás mientras siente un calor extraño en sus fauces … y en su mente gritos .Un grito desesperado de rabia y una voz temblorosa en oposición que exclama...
“¡¡¡CORREEEEE!!!”.