El sábado estuve en La Otilia…En el casco viejo, en Vegueta…donde el
tiempo discurre de otro modo.
El sábado noche estuve en la Otilia, en Vegueta y volví a sentirme
entre sus paredes como en casa.
Canté, para un público reducido pero hermoso…cómplice, risueño,
mágico.
Quizá Miguel Bosé, un tipo que me cae muy bien y al que admiro y que
cantaba aquella noche en la ciudad, en el Arena, tuvo miles de espectadores más
que yo…pero yo no cambio los míos por los suyos…Los suyos seguro que eran más y
maravillosos…pero para mí, los míos , ÚNICOS.
Porque allí me acunaron con su sonrisa, su acompañamiento (incluso
cantando conmigo el estribillo de una canción), hermosos corazones…
El sábado estuve en la Otilia…cantando….y fui feliz….
Nota – Gracias de todo corazón a Isidoro, Carmen, Sheila, Jorge,
Adela, Ana, María, Diego, Iván, Natalia….Gracias a mi Novia por acompañarme con
su cálida sonrisa y su hermosa voz…..
Gracias a los que estabais (como siempre) aunque no estuvierais allí
físicamente…..
Gracias a los que me acompañáis en este hermoso viaje llamado “Vida”….
Aquí os dejo la letra de la última canción que canté para cerrar el
concierto……y que resume para mí lo que es la vida ….y lo que fue el
concierto…cada concierto…..
29/06/2016 EL VIAJE
A.BARO
El viaje es el retorno y es la renovación.
Es acto de recreación cocido en mágico horno.
Es dibujar nuevo entorno, es caos y disolución.
De toda revolución,
de la creación el torno.
El viaje es el inicio y es final de la inacción
que hace que la desazón nos empuje al precipicio
y así desbarata el vicio de la inercia y la razón.
El “por qué” es una ilusión que nunca está a tu servicio.
Y si no pueden tus pies, si puede tu corazón
y tus alas de almidón
se hacen fuertes y así es
como continúa el viaje, que es volver.
El viaje es conocer y acercarse a uno mismo.
Es promulgar el seísmo que te invita a renacer.
Es caminar y crecer y alzarse ante el abismo.
Ceder ante el cataclismo de nuevo para volver.
El viaje, al fin y al cabo, es la esencia que recrea,
el fluir de las mareas que convergen en sagrado.
Es el silencio dorado, la voz que todo lo airea.
Es día cuando clarea y en la noche es lo vagado.
Y si no pueden tus pies, si puede tu corazón
y tus alas de almidón
se hacen fuertes y así es
como continúa el viaje, que es volver.
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