Los nubeiros, nuberus o tronantes son
seres “elementales” de la Mitología gallega, cántabra y
asturiana.
Controlan el tiempo a su voluntad y se
divierten provocando tormentas y tempestades, lanzando centellas a
los animales y arruinando las cosechas de los hombres con el granizo.
Estos hacedores y rectores de inclemencias no dudarán en utilizar
los rayos como armas si son atacados o molestados.
Entre las gentes de Cantabria y Asturias se les tiene temor por los destrozos que producen en los pueblos y a ellos se les atribuyen las temidas noches de aguaceros y tempestades. Es por ello que durante las horas de oscuridad los lugareños encienden cirios y hacen tañir las campanas para ahuyentarlos.
Entre las gentes de Cantabria y Asturias se les tiene temor por los destrozos que producen en los pueblos y a ellos se les atribuyen las temidas noches de aguaceros y tempestades. Es por ello que durante las horas de oscuridad los lugareños encienden cirios y hacen tañir las campanas para ahuyentarlos.
Sobre ellos trata esta, la octava
canción de “Mythos”.
26/01/2016 OS
NUBEIROS A.BARO
Truena, truena, Nubeiro.
Lanza rayos, truenos y granizo.
Que se irradie así el cielo.
La noche será un hechizo.
En el cielo los nubeiros
danzan y en su algarabía
arremeten a las nubes
liberando la energía.
Fuerzas sobrenaturales
remueven aires y sones
y así se renueva el mundo
entre sol y chaparrones.
Danzan, danzan los nubeiros
tronantes sus voces suenan.
La alborada los contempla
ebrios ya tras la tormenta.
Clarea el día, sale el sol
y se ocultan los nubeiros
en sus refugios del tiempo
para retornar de nuevo.
Truena, truena, Nubeiro.
Lanza rayos, truenos y granizo.
Que se irradie así el cielo.
La noche será un hechizo.
Nota – Podéis oírla en el
reproductor soundclick, junto a la foto
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