Según sus propias palabra es un canto “a la monotonía por no haberse atrevido a cambiar, a huir de la realidad por la comodidad, el confort...”
ESQUELAS EN EL SALÓN de Juan Manuel Alcedo
Casi pierdo las llaves. Vaya olvido.
Ni las bisagras chirrían al recibirme.
Me he acostumbrado a los desconchados de la entradita.
Tienen forma y, a veces, me paro a hablar, bueno,
mejor diría a comentar algo,
casi banal,
algún tema que no nos comprometa.
Una vez hablé más de la cuenta con el que parece un pez,
al fondo a la izquierda,
y a punto estuve de arreglarlo
tapándolo con esa mezcla que aún no se ha inventado
para emparedar recuerdos, para tabicarlos y hacerlos estancos.
Al no haber mezcla lo dejé estar
pero apenas si nos miramos;
algún sonido de cortesía por aquello de la convivencia.
Nada más.
Sé que me observa con reproches en su mirada.
He aprendido a saltar las baldosas de dos en dos
para ser fugaz, casi invisible a sus ojos.
Estoy cansado.
Un periódico pasado de fecha tiene medio cuerpo desmayado
en el borde de una mesa de no madera.
Una pequeña esquela anuncia, otra vez,
los nombres de Guiomar, Isabel y Beatriz.
Algo sabrán en Niza.
Nota – Podéis oír la canción en el reproductor soundclick junto a estas letras y bien en este enlace de aquí abajo .
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