El Diablo de Timanfaya
Un momento de Introspección
Mar de lava
Camellos en el Timanfaya
Lunes 16 de Agosto
Era día de TIMANFAYA, la ruta de ese día nos llevaría al espacio que más amo de la Isla, donde me encuentro conmigo mismo, lava, silencio y grandeza.El Parque Nacional de Timanfaya ocupa entre la cuarta y quinta parte de la isla de LANZAROTE (UNOS 50 KM cuadrados).
Explicar lo que se siente al entrar en ese mar de lava es difícil, imagino que cada cual tiene sensaciones diferentes.
Yo siento que pertenezco a la roca, al fuego, el agua y el viento por que para mi Timanfaya es la unión de los elementos. Lo que yo llamo la UTOPÍA DE las utopías, pero es más aún, es indescriptible con palabras…si alguna vez estamos allí juntos solo tendrás que mirarme a los ojos (espejo del alma) para vislumbrar lo que siento.
Respiro el aire mientras nos situamos en la cola de automóviles que buscan el acceso al Parque.
Cuando nos toca el turno, pagamos la entrada (8 euros por persona) y accedemos a la zona de visita donde se hallan la tienda de souvenirs, el restaurante El Diablo, un vulkan- grill o horno asador que utiliza el calor del volcán para la parrilla, la zona de demostraciones ( se puede tocar el picón caliente de la superficie que si no lo sueltas te quema la mano, puedes ver como arde la ulaga seca en contacto con la piedra y los géiseres de agua provocados por la introducción del líquido en un tubo enclavado en el suelo ) y los autobuses para la visita guiada que te muestra el parque desde el interior.
Todo espectacular y estimulante pero yo con lo que disfruto en realidad es con el silencio, la calma y el espectáculo de la lava que se extiende hasta el mar.
Volvemos , pero como siempre una parte de mi se queda allí…no es algo doloroso, es en verdad algo que me da pistas sobre lo que en realidad vivo, de quien soy y de cual es la finalidad de todo esto.
Habrá quien piense que se me va la “olla”, jejeje, pero sé que hay quienes me entienden y comparten esto. En ese viaje estamos.
Al vuelta me gusta ver las caravanas de camellos que llevan y traen a los turísticas en el pequeño recorrido por la loma de la montaña.
De vuelta a los apartamentos (Corona Mar, los recomiendo , buen precio, buen lugar, limpios y bien situados) nos comemos unos magníficos pulpos a la canaria cortesía de Paloma (otra gran cocinera, de casta le viene al galgo).
La tarde la dedico a componer algún tema que tengo en cabeza, juego al futbol con mi sobrino y baños y volteretas en la piscina.
Por la noche salchichas achorizadas cortesías de Isodoro´s Barbecue, jejeje, y seguimos la juerga nocturna hasta las 3 de la madrugada entre cantos y risas. Gracias a que mi cuñada Paloma se trajo la guitarra desde Gran Canaria ….no se que habría hecho sin ella.
P,.d-En el reproductor otras dos canciones de esos dias..."En la piedra" y "Dejame ver tu sonrisa"
Me encanta tú crónioca de viaje.Es una suerte poder visitar tan bella isla.Leyendo tu entrada los recuerdos se agolpan en mi mente.
ResponderEliminarBesos.
No creo que se te vaya la olla por esos lugares. A mí me ha ocurrido lo mismo en algún que otro lugar. La foto de la parrillada ampliada, es lo peor que podías poner para los que ahora mismo estamos hambrientos, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo
Alfonso: Todos tenemos lugares mágicos, donde parte de nuestra alma entra en perfecta sincronía con el paisaje. A veces es el mar, otras el desierto, los bosques, el campo. En todos esas esquinas de la tierra, el alma busca lo que tanto nos hace bien, el silencio, la calma, la paz, es allí donde el instinto creador fluye como geiser, como ráfaga de viento que nos provoca emociones y palabras...
ResponderEliminarOlvidaba, cuidadito con comer pulpos, ahora son sagrados, jaja..
Un abrazo.
Leyendo tu entrada parece que una se transporta a ese magnífico paisaje, así que supongo que percibirlo in situ debe ser una experiencia fuera de lo normal. No sé a qué estoy esperando para conocer esos idílicos parajes!
ResponderEliminarPor cierto, me encantaron las fotos.
Besitos!
Lindo momento que compartes, lo mejor disfrutar de lo que se ve, penetrar en el paisaje y sacar conclusiones. Poder describir como tu lo haces el lugar transmites tus sensaciones al 100%, casi me sentí en el lugar. Y el cierre con la guitarra, excepcional. Felicitaciones, muy cálido momento.
ResponderEliminarHasta pronto, un fuerte abrazo.
La oficina de turismo de Lanzarote debería contratarte.
ResponderEliminarSería una inversión muy rentable.
Cada vez que te leo me dan ganas de coger un avión y aparecer ahí.
Saludos.
Querido Alfonso te entiendo muy bien cuando dices que con solo mirarte a los ojos sabríamos lo que sientes...Algunos lugares son parte de lo que fuimos o somos....
ResponderEliminarBesos con cariño