Luis y Rosario en una Lectura-Sentada de protesta contra los recortes a la Biblioteca de Las Palmas-Foto de Andrés Brito |
Cuando meses atrás , allá por
septiembre del año pasado, estoy inmerso en la musicalización y
edición de un disco sobre los poetas canarios, tengo la suerte de
conocer a Rosario Valcárcel, poeta y escritora grancanaria, de la
que musico para este disco un hermoso poema titulado “Desalienta
este viento” y con la que entablo amistad.
Pero este poema no es el único que
tiene musicalidad intrínseca...casi toda su obra la tiene.
Así que me atrevo a poner música a un
par de poemas más que incluyo en el disco “Sueños y
pesadillas”...y estos son los que presento hoy con la esperanza de
que os gusten.
Una vez más agradezco a Rosario y a
Luis León Barreto, otro magnífico escritor canario, su amistad su
cariño y su paciencia conmigo. Gracias de todo corazón.
CUANDO HACEMOS EL AMOR DE MADRUGADA,
de Rosario Valcarcel
el río se consume y la habitación en llamas
jadea como el bramido de un volcán
que emana recuerdos amarillentos
esculpe corazones.
Aleja la muerte
Cuando nos abrazamos en la penumbra
tu aliento se pliega con el mío, el sabor
de alisios libertinos agita el placer,
se derriten las penas y los rencores.
Se olvida todo
el río se consume y la habitación en llamas
jadea como el bramido de un volcán
que emana recuerdos amarillentos
esculpe corazones.
Aleja la muerte
Cuando nos abrazamos en la penumbra
tu aliento se pliega con el mío, el sabor
de alisios libertinos agita el placer,
se derriten las penas y los rencores.
Se olvida todo
Cuando me estrechas y te estrechas,
los espíritus diabólicos se disfrazan,
escucho mi zambullida, las corrientes
dormitadas. Vuelve la calma.
Se olvida todo.
CUANDO HACEMOS EL AMOR DE MADRUGADA
el río se consume y la habitación en llamas
jadea como el bramido de un volcán
que emana recuerdos amarillentos
esculpe corazones.
Aleja la muerte
el río se consume y la habitación en llamas
jadea como el bramido de un volcán
que emana recuerdos amarillentos
esculpe corazones.
Aleja la muerte
Se aleja la muerte
Se aleja la muerte
ERAN LOS TIEMPOS DEL FULGOR Y LA
GLORIA. De Rosario Valcarcel
ERAN LOS TIEMPOS DEL FULGOR Y LA GLORIA
Era muy joven, se creía protegido
por los dioses, por la isla mágica,
por un soplo eterno.
Poco queda de sus sueños, de su locura
y temeridad, de los cantos y
del vigor de las arterias.
De los escándalos del viento.
Todo se desmorona, caen las altas
almenas.
Arrastra el cansancio,
el alma fondeada.
Pasó el tiempo de la mies, la
opulencia,
la nostalgia del Nirvana.
Los dioses no tienen piedad,
cada mañana gerias, dragos, tuneras,
se desvanece la arena y el mar.
Resuenan campanas de vejez, los
suspiros
ocupan las vertiginosas horas
en que agonizo.
Nota- Podeís, como siempre, oírla en
el reproductor soundclick.
Estupenda mujer, como poetisa (soy de los que prefiere seguir llamando poetisa y no poeta), persona y amiga. Suerte la de Luis por compartir vida con ella.
ResponderEliminarJuan...coincido en todo contigo...Yo siempre he preferido también la palabra poetisa...pero tengo un grupo de amigas poetas que siempre me lo echan en cara, hablándome de no se que connotaciones machistas (aun no consiguen que entiendo cuales)...un abrazo
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