La décima canción de “La otra orilla del río” está dedicada
a una persona, un cantor, que ha sido y es un referente para mí.
Desde mis recuerdos infantiles en los que sonaban canciones
como “Aleluya” o “Rosas en el Mar” hasta ese maravilloso disco “El niño que
miraba al mar” ha sido fuente de inspiración , como lo son también autores como
Serrat, Silvio, Carlos Cano o Victor Jara.
A él le debo algunos de los mejores momentos sonoros y
poéticos de mi vida y por eso, en octubre del año pasado le compuse esta canción
como agradecimiento consciente de lo que han supuesto su música y sus letras
para mi.....
Gracias siempre, Luis Eduardo...
04/10/2016 ME HA DICHO
LUIS A.BARO
Me ha dicho Luis, desde las cuerdas de su guitarra,
que hay rosas en el mar y una plegaria,
un aleluya que recorre toda la estancia
llenándola solo de luz.
Y me ha dicho que el amor de las 4 y diez aún dura
que bastan dos o tres segundos de ternura
para volver del revés incluso a Albanta,
tal como lo haces tú.
Y me dice que abrace al niño que soy,
que no hay más día que el de
hoy
que ya no existe el ayer.
Y yo creo en sus palabras y digo
que tu canto, que siempre llevo conmigo,
siembra luces, Luis, otra vez.
Me ha dicho Luis que susurre al amor de día,
que le pida que no se desnude todavía
que aunque hay siempre elección en el amor
no siempre hay un
“una de dos”.
Y me ha dicho durante todos estos años
que cante y vibre y siga mis pasos
que me deje llevar por el corazón
y ponga en ello alma y voz.
Y me dice que abrace al niño que soy,
que no hay más día que el de hoy
que ya no existe el ayer.
Y yo creo en sus palabras y digo
que tu canto, que siempre llevo conmigo,
siembra luces, Luis, otra vez.
Nota – Podéis oírla en el reproductor soundclick junto a la
foto.
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