ANA MARÍA

Foto tomada en el Puerto de Las Palmas minutos antes de zarpar mi barco de vuelta..(¿A que está preciosa mi "sirena"?)

Bueno …y llegó el día.
Me tenía que marchar después de un maravilloso mes en Las Palmas y después de solo 3 días de haberme atrevido (aún no se como lo hice después de 27 años) a pedirle a aquella “sirena” que compartiera mares y tierras con este simpático pero feo “delfín”…
Había abusado ya de la benevolencia de mi tia y mi madre (una por aguantarme en su casa, la otra por soportar la espera e incertidumbre…entonces pensaba que a su joven e inexperto hijo lo había atrapado una “lagartona”).
Pero en mi horizonte se abría un futuro diferente. Me tenía que marchar si… pero me llevaba un hermoso y dulce corazón dejando yo el mio con sumo placer en sus amorosas manos.
En menos de un mes nos volveríamos a ver ya que en septiembre sus padres con ellas tres viajaría de vacaciones a Cadiz capital y allí estaría yo para esperarla.
Mientras tanto …cuatro dias después de volver (en esos cuatro días soporte el cachondeito de mis compañeros en el pueblo a la vez que su sana envidia) le compuse por fin una canción de amor con su nombre. La letra tiene sus errores de aprendiz pero continua vigente como el primer día …aun mas si cabe…porque aquél sentimiento lejos de enfriarse se ha tornado cada vez más cálido hasta la fecha …por eso puedo decir una vez más “morena…TE AMO”.

Y ahí va la letra:

El amor se refleja en tus ojos de mujer
Y en tu sonrisa puedo ver felicidad
Mi corazón que late solamente por volver
Y poder juntos caminar, y ver tu pelo alborotar.

Ana María
Tus ojos llenos de vida llenan la mía
Nuestras miradas siempre se encontrarán

Ana María
En mi alma tu nombre suspira
Sin tus palabras no quiero vivir.

A pesar de que te encuentres muy lejos
Sé que a mi lado llevo tu corazón
Tu sabes que al tuyo llevas el mío
Y que mis palabras de verdad son.

Ana María
Tus ojos llenos de vida llenan la mía
Nuestras miradas siempre se encontrarán

Ana María
En mi alma tu nombre suspira
Sin tus palabras no quiero vivir.

Y si algún día dejaras de quererme
Dímelo claro y sin ningún temor
Sabes que yo nunca dejaré de hacerlo
Sabes que es tuyo mi corazón.

Ana María
Tus ojos llenos de vida llenan la mía
Nuestras miradas siempre se encontrarán

Ana María
En mi alma tu nombre suspira
Sin tus palabras yo no quiero vivir.

Nota: Me hubiera gustado grabar una versión actual para renovar mi promesa pero mi garganta no tiene hoy un buen día así que cuelgo en el reproductor una versión antigua tan válida como la que hubiera hecho hoy.