Mi niñez es de otro tiempo...De un
tiempo en que el trabajo era artesanal y con las manos se
desarrollaba la vida.
Recuerdos que recupero hoy y que
disfruto porque su visión me aporta la cercanía al mundo físico en
el que viví.
Recuerdos de viejos alfareros,
pedreros, zapateros, los que trabajaban la caña y la empleita....
Mi padre mismo fue carbonero y aún lo
recuerdo haciendo el picón.
Es también una canción que habla de
un tiempo en que se hacían las cosas de otro modo, ni mejor ni peor,
solo distinto...
El tiempo de la venta ambulante de
currucos, cangrejos, helados...
Este es un homenaje a aquellos hombres
y mujeres que poblaron mi ayer....
22/10/2015 DE LOS VIEJOS
OFICIOS A.BARO
Vareando la piña, el piñonero,
como removía rescoldos el carbonero.
Los tiempos de los Oficios ya se han
perdido
como la vieja manta junto al olivo.
El que vendía “currucos” pañuelo
al cuello
y aquel que con su cesta ofrecía
cangrejos,
el carro del helado del valenciano,
el zapatero viejo martillo en mano.
El que afilaba cuchillos que se
mellaban,
el carro de chucherías junto a la
entrada
de un cien que ya no es cine, es otra
cosa
que ya no necesita de almas golosas.
La tienda de la esquina que lo tenía
todo,
el rebusco de la almendra al final de
otoño,
el pescado de caña desde aquél
rompeolas,
el que hacía canastas o fabricaba
escobas.
No reniego del ahora, de lo
tecnificado,
cada tiempo es distinto como cada
pecado
pero echo de menos las manos y el calor
poniendo el artesano en el trabajo amor
y como iban de la mano oficio y pasión.
Nota – Podéis oírla en el
reproductor soundclick, junto a la foto.
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