Un patio árido
EJERCITO III
En esa época le cogí tirria ( coraje, odio, desagrado) a las sardinas.
Diréis...¿Por qué con lo buenas que están las sardinas asadas???..eso es...ASADAS...Durante 50 días comí casi a diario sardinas pasadas levemente por el fuego...”triposas” las llamaba yo...sin limpiar, enormes y apenas asadas....He tardado años en volver a comer sardinas.
Lo que si comí fueron muchos bocadillos en la Cantina.
La cantina...inmejorable lugar de reuniones y ...culto...al vicio.
Allí se fraguaba todo, las novatadas (yo era novato asi que no putee nunca a nadie) y también las buenas amistades.
Allí se decidían las cosas realmente importantes...( a cuantos cigarrillos equivalí esto o lo otro) , aun guardo en casa algún ticket de la cantina.
Como yo era mecánico ( en realidad mi especialidad era Matricería y Moldes) me mandaron a hacer pruebas con los del parque de vehículos...(doce gamberros dentro de un camión derrapando a pique de despeñarse) o un blindado que nos servía de tobogán en carrera...vivos por la gracia de Dios.
El primero decidió también convocar un entrenamiento de baloncesto para elegir los 10 jugadores que representarían a la compañía en el Campeonato de Baloncesto del CEIM.
Eramos 8 compañías, creo recordar que se hicieron dos grupos de 4 y luego semifinales y final.
Yo fui seleccionado para participar. Jugaba de base pues con 1,76 solo podía hacerlo de base o de alero bajo o escolta (que es de lo que yo solía jugar en realidad) pero ante la falta de gente que supiera manejar el balón el sargento Franco (si, ese era su nombre) decidió democráticamente que yo jugara de playmaker.
Nosotros teníamos dos sargentos, el sargento primero Gonzalez de San Fernando _Cádiz, un tío hecho a si mismo, marcial pero comprensivo, dado a la jocosidad gaditana , militar por reenganche.
Luego estaba José Franco, el sargento de IMEC, que era un universitario que había decidido seguir carrera militar...con perdón, un auténtico cabrón sin sentido del humor...
Este es el que se encargaba del tema deportivo.
En el transcurso de un partido, ganábamos por 6 puntos(teníamos a una máquina anotadora,José, que jugaba en lo civil en el Caja Almería) y pedí el cambio para ir al servicio,(me estaban dando “cera” en defensa impunemente ,tenía cardenales hasta en el ombligo) y me estaba orinando( asi lo llamaba mi padre, aunque yo decía mear).
Salio en mi lugar “Cañadilla”( nunca supe si era su verdadero apellido o es que era natural de San Fernando, dicho apodo es de allí) .No lo conocí bien porque no era santo de mi devoción, era el típico YAYO (“Yayo” he hecho eso antes,”yayo” lo conseguí,”yayo” he sido máximo pasador en la liga,etc...insufrible) , un maestro liendre que era realmente malo jugando.
Tarde un minuto o dos en volver del servicio y ya había perdido 6 balones y perdiamos de 5 puntos.
Franco me cogió del codo y me dijo que si me tenía que mear encima que lo hiciera pero que si volvía a dejar la cancha iba a hacer más mili que el palo de la bandera...que ya hablaríamos luego.
Gracias a Dios, ganamos el partido de 6 puntos.
La Quinta llegamos a semifinales y perdimos con los campeones que contaban con un base canario increíble que luego sería el base titular de la selección del CEIM y que prácticamente no me dejo tocar bola. Solo metí 6 puntos y 3 o 4 asistencias por mas de una docena de balones perdidos, y con un ala-pivot de 2 metros que jugaba en el Manresa que era demoledor en el tiro a medio distancia.
Un zurdo sensacional.
De mi compañía seleccionaron a dos jugadores para la selección del CEIM que habría de enfrentarse al CIM de Marina y las Academia de Aviación y Ejército de Tierra.
Uno fue Jose de Almería y yo. No jugué ni un solo minuto en el torneo (era lo que diríamos el jugador numero 12 con dos magníficos bases por delante en la rotación) pero me divertí en los desplazamientos y viendo jugar a mis compañeros.
Y así pasaron los días entre penas (marchas, vivacs, acampadas,campo de tiro donde si no tenias cuidado te seleccionaban para la patrulla de tiros, daba igual que hubieses disparado cinco veces y en tu diana hubiese 8 impactos...y es que los de los lados tiraban a tu diana para que no los seleccionaran para la patrulla. En esto había que tener cuidado pues si en tu diana no había ningún impacto te arrestaban, era un juego psicológico) y alegrías (amigos, baloncesto,música).
Llegó el día de Jura y al día siguiente partimos cada uno a su destino.Yo había pedido las Islas Canarias ,para estar con mi novia, pero quiso el “azar” o lo que sea que me tocara en la vecina San Fernando a 13 km de Puerto Real.
Lo que allí aconteció forma parte de otra historia.
En esa época compuse estas dos canciones dispares entre si:
EL CADAVER DE UNA GUERRA INEXISTENTE
Antes de que todo estalle
Yo ya seré un cadáver
Seré el primer eslabón
Que caerá sin razón.
Antes de que esto florezca
Nos vaciarán la cabeza
Llenando de ideas fútiles
Las escasas materias grises
Que aun piensan.
Y es que soy
El cadáver de una guerra inexistente
Dicen ellos
Que tan solo eso existe en mi mente
Y que yo
Perdí la cordura, que soy un demente
Y es así
Como te roban lo poco que tienes
Yo no sé
Para que y que diablos quieren
Ya ves tu
Como son como van y como vienen.
Y esta otra dedicada a mis llamadas telefónicas a mi amada:
QUE TAL?
Lentamente te descuelgo
Y mis dedos ágilmente
Manipulan tus controles
En mi mejilla te abrazo
Y espero impacientemente
A la voz que tú conoces.
Tu pitido intermitente
Armoniza con mis latidos
Se acelera el corazón
De repente y suavemente
A través del tenue hilo
Suena esa dulce voz.
¡Hola! ¡Que tal! ¡Soy yo!
¡Hola, amor, te quiero!
¿Cómo estas? ¿Qué pasó?
¡Cuánto te echo de menos!
Tu que me esperas ahí
Cada sábado a las diez
Y sonríes cuando llego
Pareces decir …¡Por fin!
¡Hoy te retrasaste seis,
Seis minutos nada menos!
Música
¡Hola! ¡Que tal! ¡Soy yo!
¡Hola, amor, te quiero!
¿Cómo estas? ¿Qué pasó?
¡Cuánto te echo de menos!
Lentamente te descuelgo
Y mis dedos ágilmente
Manipulan tus controles
En mi mejilla te abrazo
Y espero impacientemente
A la voz que tú conoces.
Nota aclaratoria:
Estoy contando esto por que es parte mi vida...no soy probelicista (algunos lo dicen no se si jocosamente para picarme o en serio.)...solo es parte de mis vivencias...y me ratifico al decir que como en todas partes , en el ejercito había buena gente y mala gente...pero esos lo eran dentro y fuera.Fuí un pésimo soldado y no volvería a portar un arma en mi vida pero no todo el mundo es igual...respeto todo aquello que no entre en conflicto con la vida .Espero haber aclarado dudas.Si no es así, lo siento, pero no creé este blog para hacer polémica sino para estar en contacto con buena gente...el día que este blog pierda su sentido haré mutis por el foro.
La vida está llena de anécdotas que recordar! unas mejores que otras, pero, afortunadamente, el tiempo rebaja el malestar y la gravedad del momento...
ResponderEliminarY entre balones, música y cantinas, el mal trago de la mili sería más llevadero!
Un besito!
¡Cómo jode estar en un lugar donde uno no quiere estar pero TIENE que estar! Pero mirado desde la mejor de todas las ópticas posibles, el ejército te dio otras perspectivas (buenas y malas) y te ha dado material para relatarnos tus vivencias en él, amén de compartir todas estas canciones y letras hermosas. Así que no me digas que no eres poeta. Sólo un poeta puede sobrevivir el ejército creando. Beso y abrazo para ti y para tus reinas.
ResponderEliminarTe pareces a mi padre, cuando cuenta sus anécdotas y vivencias, jaja, pero la vida es eso, un compilado de recuerdos malos o buenos, pero recuerdos al fin y al cabo...Y comparto lo que opina Pedro, sólo un poeta es capaz de componer dentro de la dureza del Ejército, posees esa rica sensibilidad que aflora a raudales en la piel...
ResponderEliminarLa segunda canción me encantó, tiene una letra tan simple, pero dice tanto, transmite tanta ternura.
Un abrazo mi querido amigo.
Alfonso a mi me gusta mucho como cuentas tu historia, entre "balas" de besos y suspiros de amor...
ResponderEliminarBesos con cariño